Reactividad…Demasiado nombrada y poco conocida

Patitas Educadas

La profesión de educador, es o debería ser, una profesión técnica, es decir, existen tecnicismos que deberíamos conocer, para poder operativizarlos correctamente.

Esto no quiere decir que existan definiciones únicas, como es el caso de la definición de emoción, pero sí conocer y operativizar las que utilicemos.

Definir y poner en funcionamiento las definiciones, nos proporciona:

  • Un análisis más preciso del caso
  • Operativizar (estructurar el trabajo que vamos a realizar)
  • Aplicar dicho trabajo según la estructura temporal que hayamos establecido
  • Evaluar el impacto de las medidas establecidas.

Un término muy extendido y utilizado en la actualidad, en el mundo del perro, es la reactividad.

Pero…¿qué es la reactividad?

¿Es y engloba todo aquello que hoy se dice de ella? ¿Es sinónimo de agresividad, como en muchas ocasiones se ha insinuado?

Para dar más claridad, vamos a explicar desde el principio.

Antes de hablar de reactividad, tendríamos que hablar sobre emociones, y para ello vamos a dar la definición de  emoción que nosotros utilizamos.

La emoción es una reacción psicofisiológica, como respuesta inmediata e involuntaria ante un estímulo o situación y que permite orientar el comportamiento y evaluar su eficacia.

Su función principal es ayudarnos a sobrevivir, actuar y adaptarnos a nuestro entorno.

Las emociones son un termómetro interno que nos da información sobre cómo estamos, y cómo impactan en el individuo los fenómenos internos y externos.

Una vez que tenemos definido qué es emoción, para hablar de reactividad, es de obligado cumplimiento hablar sobre el ciclo de la emoción.

Ciclo de la emoción

Dicho ciclo engloba tres tramos:

1.- Activación

Cuando hablamos de activación emocional nos referimos a:

    • Intensidad en la que se activa
    • Número de ocasiones en las que se activa
    • ¿Qué es lo que la activa?
2.- Aprovechamiento

Cuando hablamos de aprovechamiento. nos referimos a cómo el individuo utiliza dicha emoción para resolver la situación de forma competente y adaptativa.

3.- Desactivación

Cuando hablamos de desactivación, nos referimos a cómo el individuo apaga esa emoción y todo el proceso que conlleva, es decir, cómo cierra el ciclo emocional.

En cada uno de estos tramos podemos encontrar distorsiones a la hora de gestionar emociones...¡CUALQUIER EMOCIÓN!

Teniendo claro los puntos anteriores, ahora sí que podemos hablar sobre la reactividad.

La reactividad es un problema del aprovechamiento de la emoción, relacionado con la aparición de respuestas involuntarias más allá de su rango de utilidad, impidiendo la conversión de emoción (cualquier emoción no solo la agresividad) en motivación y la activación del sistema cognitivo, que permitiría elegir alternativas más adecuadas y que implicasen voluntariedad y, en consecuencia, autocontrol.

Esto quiere decir que NO ES UNA EMOCIÓN, es un déficit en el aprovechamiento de cualquier emoción…CUALQUIER EMOCIÓN, incluida la alegría.

Por lo tanto la reactividad no es sinónimo de agresividad. Es más, puede darse un problema de agresividad sin haber reactividad.

Si tu perro reacciona ante estímulos de forma inesperada, en Patitas Educadas, te ayudamos a entender el comportamiento de tu perro para que disfrute de una vida equilibrada y feliz.

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