¿Por qué adoptamos el Cognitivo-Emocional como base para trabajar con perros?

Durante mucho tiempo, y por desconocimiento, se ha negado, no sólo a los perros, sino a otras especies, emociones y procesos emocionales que considerábamos que eran exclusivos de la especie humana.
Hoy en día sabemos que esto no es así…Los perros, al igual que otras especies, tienen emociones, y capacidades emocionales.
Si a día de hoy sabemos científicamente que esto es así…¿por qué no aprovecharlas?
Este es el motivo por el cual, nuestra formación es cognitivo-emocional. Una propuesta de trabajo creada por Carlos Alfonso López García, director de la escuela de adiestramiento EDUCAN, además de profesor ha publicado varios libros que recomendamos:
- “Adiestramiento canino cognitivo-emocional” | 2004
- » Tu perro piensa y te quiere» | 2014
- «Los perros necesitan libertad | 2018
¿Qué es el adiestramiento canino cognitivo emocional?
Se trata de un conjunto de métodos estructurados y organizados para trabajar en el comportamiento de tu perro, utilizando sus capacidades físicas, cognitivas, sociales y emocionales de manera integrada y coordinada. Es un método que tiene en cuenta estos tres niveles:
1.- Nivel evolutivo
Tiene en cuenta las posibilidades y límites del comportamiento del perro:
- Capacidades físicas
- Capacidades cognitivas
- Capacidades sociales
- Capacidades emocionales
2.- Nivel de desarrollo
Tiene en cuenta las posibilidades y límites del comportamiento del perro, individualmente, es decir:
- Cómo y qué aprenderá ese individuo concreto
- Cómo desarrollará sus emociones y cómo las gestionará
- Cómo se desarrollarán sus capacidades y habilidades sociales
3.- Nivel ecológico
- Qué es lo que motiva a los perros para aprender y generar comportamiento.
Tener en cuenta los tres niveles anteriores, permite que cualquier comportamiento tenga un valor en cada una de sus dimensiones, física, emocional, cognitiva, y social. Es decir, y para que quede más claro, vamos a poner un ejemplo:
Imaginar que estamos enseñando a nuestro perro que se siente:
- A nivel físico, hacemos que se conecten entre sí varias redes neuronales. Con esto estamos cambiando la orografía del cerebro, además de una combinación concreta músculo-esquelética.
- A nivel emocional, activamos las emociones que consideramos que son las más adecuadas para el aprendizaje, y además asociamos-etiquetamos emocionalmente el trabajo.
- A nivel cognitivo, activamos los procesos de aprendizaje adecuados para cada momento.
Podemos estar enseñando que se siente el perro, es decir, estemos asociando una palabra (señal) concreta (SIENTA por ejemplo), con una acción concreta a realizar. Y podemos estar resolviendo problemas con ese sentado, es decir, mediante una serie de problemas que planteamos al perro, pretendemos que el perro resulta dicho problema para llegar a sentarse.
- A nivel social, aprender con un ser querido, quien le ayuda y le aporta la tutela y el andamiaje social necesario, permite aprender más y con más calidad, que aprender con un desconocido.
El punto anterior es sólo un ejemplo, que puede aplicarse a cualquier comportamiento que pueda ser generado por el perro. Esto nos permite saber qué hacer en cada una de las dimensiones, es decir, nos permite intervenir en el comportamiento de forma mucho más precisa y quirúrgica.
Para que pueda ser más entendible, lo explicaremos con otro ejemplo:
Un perro que rompe objetos de la casa. En lugar de centrarnos sólo en dicho comportamiento, lo que hacemos es analizarlo:

1.- Análisis tetradimensional del comportamiento:
A nivel físico, evaluamos y vemos que los paseos son excesivamente cortos para el nivel de actividad del perro. Tiene déficit de recursos a libre disposición como opciones de ocio individual.
A nivel social, evaluamos y vemos que el número de actividades con sus tutores son muy escasas, reduciéndose sólo a los paseos.
A nivel emocional, evaluamos y vemos que tiene altos niveles de estrés.
A nivel cognitivo, evaluamos y vemos que la situaciones en las que para resolver un problema para conseguir algo querido y deseado, son insuficientes y casi inexistentes.
2.- Intervención en el comportamiento
Una vez que hemos analizado el caso, lo que hacemos es intervenir en el comportamiento según el resultado de dicho análisis, es decir, modificamos cada una de las dimensiones de dicho comportamiento:
A nivel físico:
- Estructuramos los paseos, acordes con la edad, morfología, y características del perro.
- Incluimos recursos queridos y deseados a libre disposición como opciones de ocio individual.
A nivel emocional:
- Incluimos medidas de reducción y mejora de la gestión del estrés.
A nivel cognitivo:
- Incluimos medida que supongan resolver problemas para obtener algo de interés.
A nivel social:
- Incluimos medidas que supongan realizar actividades conjuntas y/o colaborativas con el perro.
Por todo esto y más, consideramos que el modelo de trabajo cognitivo-emocional, es una propuesta de trabajo cuyo objetivo es desarrollar globalmente al perro, es decir, el individuo es el protagonista de la intervención, mejorando cada una de sus dimensiones, y donde el comportamiento es fruto de cómo se encuentre dicho individuo en cada una de las dimensiones.
Si necesitas más detalles sobre cómo trabajamos con estas técnicas contacta con nosotros y te asesoramos.